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El Presidio Militar en Puerto Cook
Breve es la permanencia del presidio
militar en San Juan de Salvamento.
Unido a la subprefectura, corre su misma
suerte.
El 22 de febrero de 1897, por orden general Nº 9, el Estado Mayor de la marina
anuncia a los navegantes: "(...) que el Poder Ejecutivo ha resuelto,
teniendo en cuenta las mejores condiciones de abrigo y reparo, trasladar la
subprefectura actualmente ubicada en San Juan de Salvamento al Puerto Cook,
Isla de los Estados. Tan pronto se haya verificado el cambio se dará a conocer por
otro aviso a los navegantes".
A pesar de la corta distancia que separa
ambos puntos de la isla -12 millas, es decir 4 leguas- por las dificultades que
opone el terreno, el traslado llevará su tiempo. Carlos R. Gallardo, quien
visita la isla en febrero de 1902, de regreso de la misión que el Ministerio
del Interior le encomendara en Tierra del Fuego, para esclarecer aspectos de la
actuación del gobernador Félix A. Carrié, al desembarcar dice que: "(...)
se experimenta el deseo de batir palmas a los que, con su saber, su energía, su
inteligencia, su trabajo, a los que por medio de una acción dirigente digna de
encomio, han sabido llevar a cabo la obra de sanear, hasta donde es humanamente
posible, el lugar donde viven más de un centenar de hombres, penados o
guardianes. Y al visitar en detalle la obra, se viene en conocimiento que se ha
sacado de sobre el piso firme no menos de cinco metros de turba, que en el
terreno se ha rellenado con pedregullo, que se han construido tres o cuatro
empalizadas de palos a pique para contener el pedregullo que forma el gran
malecón frente al mar y que todas estas obras representan mucho más trabajo de
lo que exigió la construcción de las habitaciones y dependencias..."
La fuga de 1902
El diario El País, en su edición del lunes
15 de diciembre de 1902 titula: "Sublevación de presos en la Isla de los
Estados. Golpe audaz. Muerte de centinelas. Oficiales sorprendidos. Huída de 51
presidiarios. Salida del Patria". Agrega: En el Ministerio de Marina se
recibió anoche la siguiente importante noticia telegráfica: "Puerto Gallegos
-transporte Ushuaia- Señor Ministro de Marina: Al fondear en Puerto Cook (Isla
de los Estados), el 10 de diciembre a las 6 p.m., de regreso del primer viaje
afectado con el buque a mi mando, transportando materiales del presidio de esa
isla a Ushuaia, se aproximó un bote trayendo al maestre de víveres del
presidio, quien me comunicó de parte del alférez de navío Clodomiro Matheu, que
51 penados se habían sublevado y abandonado la isla en dos balleneras y un bote
salvavidas. Poco después vino a bordo el alférez Matheu y me relató en la forma
siguiente lo sucedido: El 6 de diciembre a las 3 de la mañana, un grupo de
penados complotados mataron por sorpresa a los centinelas: soldados Bonifacio
Díaz y al marinero José Lagos e hirieron al cabo Eduardo Alejo y al soldado
Cirilo Martínez; después se apoderaron del armamento del cuerpo de guardia. Todo
esto fue hecho en el mayor silencio. Enseguida de tener el armamento y
munición, rodearon de centinelas los alojamientos del alférez Matheu y del
teniente Altamirano, jefe del destacamento militar, la cuadra de los soldados y
marineros y las casas de las familias de los penados. Estas medidas fueron
tomadas por los penados 61 Félix Cabrera y 75 Luis Maldonado, quienes hacían de
jefes del motín.
Los promotores parecen ser quince penados,
aumentados después hasta 51, todos ellos quisieron luego obligar a los 32
restantes a acompañarlos, teniendo ellos que huir al monte para escapar a las
amenazas de muerte. El alférez Matheu y el teniente Altamirano, que estaban
durmiendo en sus alojamientos, tuvieron conocimiento de la sublevación a las 3
y 30 a.m. por un soldado que consiguió huir de la cuadra. Inmediatamente
salieron y se encontraron rodeados por penados sublevados, armados, y el
presidio en poder de ellos. El penado 61, Félix Cabrera, se dirigió a ellos y
les dijo que iban a abandonar la isla en los botes, lo que efectivamente
efectuaron a las 8 a.m. de ese mismo día, llevándose el armamento, la ropa de
marineros y los víveres y habiendo manifestado que su intención era ganar territorio
chileno por Tierra del Fuego o al Estrecho, y según algunos querían esperar al
Ushuaia, que suponían llegaría en esos días, para tomarlo por sorpresa, pues
habían averiguado que no tenía armamento. Entre los penados que quedaron en la
isla era tal el temor de que esto hubiera sucedido, que al entrar el buque a
Cook ganaron el monte, quedando en el muelle el alférez Matheu y unos cuantos
hombres y recién regresaron al ver que no habían novedad. A cargo del presidio
estaba el alférez de navío Clodomiro Matheu, por haberse trasladado el teniente
de navío Segundo Valladares con 36 condenados, llevando para cuidar a estos a
una parte del destacamento a Ushuaia, en donde se ha dado principio a la
instalación del nuevo presidio con los materiales que este buque llevó en su
primer viaje del 30 de noviembre al 10 de diciembre. Enseguida de tener
conocimiento de los hechos que acabo de comunicar a V.E. resolví trasladarme a
Gallegos para comunicar con V.E. y pedir fuerzas del 1º de Infantería de línea
para reforzar el destacamento de Ushuaia, guarnecer las islas que ha quedado
sin fuerzas armadas, pues los sublevados se han llevado todas las armas, y
poder tener a bordo algunos hombres armados, para poder recorrer la costa de la
Tierra del Fuego e isla en busca de los presidiarios y poder hacer efectiva su
prisión en caso de encontrarlos.
La resolución de venir a Gallegos la he
tomado también para no producir alarmas en Ushuaia, donde no hay elementos y la
noticia de la sublevación podría inducir a los penados a tratar de evadirse. Al
conocer mi resolución el alférez Matheu me pidió embarcarse con los penados por
no poder custodiarlos en tierra y hallarse completamente desmoralizados y
desarmados. Hallando razonable este pedido, los he embarcado, teniendo a los
penados en una bodega con la mayor seguridad. En la isla han quedado cuidando
de los galpones el contramaestre con algunos hombres y familias de penados. En
la fecha solicito del señor jefe del 1º de Infantería de línea un refuerzo de
40 hombres, 15 para la Isla de los Estados, 15 para Ushuaia y 10 para este
buque. Espero órdenes de V.E. en Gallegos. Hay un chasque en la cabecera de la
línea para conducir con la mayor rapidez los telegramas a Puerto Gallegos. En
este puerto el buque está completamente incomunicado con tierra, para evitar
noticias a los penados. Entre los evadidos, 25 son confinados a presidio por
tiempo indeterminado. De Cook zarpé a las 11 a.m. para Gallegos y al pasar por
Año Nuevo, el faro funcionaba sin novedad. Enrique Fliess. Comandante del
transporte Ushuaia". Inmediatamente recibido el despacho telegráfico, el
Ministro de Marina ordenó que se preparara el crucero Patria, para zarpar para
Ushuaia, recorriendo las costas de la Tierra del Fuego, para tratar de
aprehender en la costa a los penados evadidos, llevando instrucciones
especiales y reservadas.
PRESIDIO MILITAR EN LA ISLA DE LOS ESTADOS
Por Juan Carlos García Basalo
(Extraído de la Revista Todo es Historia Nº 366. Enero 1998)
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